Hoy en día el cortejo está de moda

Hoy en día el cortejo está de moda

El cortejo se considera el medio para conquistar a un ser querido. En su despliegue entran en juego factores relacionados con el instinto, pero también, como en el caso del cortejo humano, complejos factores culturales o antropológicos.

Esta es la definición canónica de cortejo, pero ¿qué significa hoy en día dejarse cortejar y ser un pretendiente, dos frases que parecen tan pasadas de moda y en cambio son extremadamente actuales?

Un hombre coquetea una mujer

Recuperar nuestro tiempo

La igualdad de derechos y deberes entre los sexos ha llevado cada vez más a una nivelación de los roles y deberes y a una confusión incluso en los abordajes amorosos. La prisa, las relaciones apresuradas y fugaces que tenemos en un encuentro social que terminamos con un mensaje de texto, no crean el espacio adecuado de tiempo dilatado que una relación necesita para crecer y fortalecerse.

Si eres soltero y buscas un alma gemela, tómate tu tiempo, corteja y déjate cortejar. Especialmente si te has dado cuenta de que las aventuras fugaces de una noche ya no son lo que necesitas: mientras cuidas y riegas una planta de semillero diariamente para hacerla crecer y fortalecerse, deja que tus sentimientos tomen su propio tiempo y espacio para crecer.

A veces la pregunta surge espontáneamente. ¿Dónde están los hombres galantes de antaño, atentos a tus necesidades, que no pretendían sólo llevarte a la cama la primera noche, sino que con elegancia y en el momento justo te hicieron caer rendida a sus pies? Créeme, los hombres piensan lo mismo cuando nos ven con tanta rapidez y con maneras agresivas que tienen muy poca feminidad, como si no tuviéramos tiempo que perder.

El cortejo como un juego

La belleza de los encuentros, no sólo de los primeros, sino de todos los que vendrán, radica en la sutil danza en la que tanto hombres como mujeres tienen importantes pasos que dar.

Dejarse cortejar entonces significa permitirse ese flujo de emociones, atención y gestos ligeros, siempre y cuando se tenga claro desde el principio los límites que no se deben sobrepasar. Respeto como siempre, en primer lugar. Aprender a recibir y aceptar cumplidos y a atesorarlos, dejar al hombre la prerrogativa de “ser un caballero” hacia ti, como al abrir la puerta del coche, o dejar que te sirva un trago. Son pequeños gestos románticos que calientan el corazón.

En las reglas no escritas del cortejo le corresponde a él dar el primer paso, pero le corresponde a la mujer dejar claro cuándo es el momento de saltar.

Hay que decir, sin embargo, que el cortejo requiere cierta sinceridad con uno mismo; es inútil y perjudicial dejarse cortejar por una persona que no inspira ningún tipo de sentimiento, sólo se corre el riesgo de herirla y de dar lugar a feos malentendidos.

Tarjeta de presentación de un verdadero pretendiente No es aquel hombre que consigue todo facilmente, como decía un conocido anuncio, sino el hombre serio, amable y bondadoso que realmente se preocupa por su mujer en todas las facetas. El verdadero pretendiente no insiste y no presiona y sobre todo no deja de cuidarte cuando no estás allí. A veces un mensaje o una llamada telefónica para saber si has llegado bien a casa es todo lo que necesitamos para entender el corazón de una persona.

About Rosa María

El eros y sus misterios, juegos eróticos, pasiones o perversiones. Todo lo que quieres saber del sexo y no te atreves a preguntar, ¡o quizás ni siquiera imaginas! Me llamo Luana, y espero serte de ayuda o de estímulo para muchas noches de diversión y pasión.